limpieza antibacteriana

Las superficies desinfectadas reducen la presencia de microorganismos casi al 100%, mientras que aquellas en las que se ha realizado una limpieza sin procedimientos específicos de desinfección y uso de productos antibacterianos, sólo reducen la presencia de organismos patógenos en un  80%.

En instalaciones especiales como son hospitales, clínicas, industria alimentaria, y centros geriátricos, hay que complementar siempre las tareas de limpieza con tratamientos de  desinfección de determinados objetos y superficies para evitar distintos tipos de infecciones bacterianas, especialmente en determinadas áreas y sectores.

limpiadores bacterianos uso diario

Usos de los principales productos de limpieza antibacterianos

Productos de limpieza antibacterianos básicos en desinfección de instalaciones sanitarias

En el ámbito sanitario resulta especialmente necesario cuidar el aspecto de limpieza y desinfección para evitar la contaminación y diseminación de agentes patógenos relacionados con infecciones producidas al realizar la asistencia clínica y hospitalaria.

Aunque las infecciones habitualmente no se producen por contacto directo, si suceden por contaminación cruzada entre las manos del personal sanitario en contacto con superficies y objetos, trasladándose posteriormente a los pacientes, lo que hace necesario el uso de antisépticos y desinfectantes.

Por esta razón las áreas críticas de los hospitales y clínicas forman parte de las instalaciones especiales en las que es necesario utilizar productos antibacteriales de desinfección, después de la limpieza con agua y jabón habitual.

Según el poder desinfectante y antibacteriano, los productos se clasifican de la siguiente manera:

Nivel: se utilizan en zonas de menor riesgo, y destruyen una gran cantidad de bacterias, hongos y algunos tipos de virus.

Nivel Medio: se utilizan en áreas de riesgo medio, contra la mayoría de bacterias, hongos y virus, por su potente efecto antibacteriano.

Nivel Alto: se utilizan en áreas críticas para destruir todo tipo de microorganismos patógenos, utilizados en concentraciones mucho más altas y mayor cantidad.

Al realizar la elección de productos de limpieza antibacterianos y antisépticos hay que tener en cuenta las siguientes cuestiones:

La selección del antiséptico o desinfectante antibacteriano a usar debe contener suficiente poder para acabar con todo tipo de gérmenes y ser de amplio espectro, además de obtener resultados en un breve espacio de tiempo, ser seguros en su manejo, y mantener actividad residual.

Para conseguir las prestaciones más eficaces, los productos de limpieza antisépticos y desinfectantes, tienen que ser aplicados siguiendo las instrucciones de fabricación en cuanto al tiempo de aplicación por contacto, dosis y porcentaje de disolución, conservación en condiciones específicas, e instrucciones sobre caducidad.

Algunos agentes antimicrobianos reducen o incluso pierden su eficacia en contacto con suciedad originada por restos orgánicos como sangre.

En cada centro sanitario debe existir una única lista de productos de limpieza antimicrobianos,  en la que se especifica el nombre de cada uno, indicaciones de uso y normas de utilización, forma de conservación y fecha de validez, además de disponer de sistemas de evaluaciones sobre los resultados obtenidos con los productos desinfectantes, ya que el uso continuado de algunos  produce resistencia bacteriana, haciendo necesario buscar nuevas alternativas eficaces.

productos de limpieza antibacterianos

Entre los desinfectantes hospitalarios más utilizados en el sector sanitario están:

  • Hipoclorito de sodio o lejía. La solución de cloro al 6% se utiliza como potente desinfectante genérico tras la limpieza con agua y jabón, para eliminar microorganismos procedentes de la sangre y otros restos orgánicos. Se trata de un compuesto altamente oxidante que aumenta su poder en disolución con agua. Su uso permite eliminar: esporas, bacterias, virus, y hongos patógenos muy rápidamente, con una fácil preparación y un bajo coste. Entre sus desventajas está la necesidad de conservar fuera de la exposición a la luz que inactiva su potente efecto antibacteriano, y su capacidad corrosiva sobre determinadas superficies. Una vez que el producto se ha diluido en agua, no debe emplearse de un día para otro. No debe utilizarse éste producto combinado con ningún otro ya que anula su poder desinfectante y genera vapor tóxico, y para que realmente se efectivo se debe esperar el tiempo recomendado por cada fabricante para que actúe suficientemente.
  • Formaldehídos. Son productos antibacteriales de desinfección de potente acción germicida, generalmente utilizados en forma gaseosa mediante concentración de entre el dos y ocho por ciento con aplicación en aerosoles, para el tratamiento de desinfección de todo tipo de superficies, material quirúrgico, e incluso tejidos, pero se trata de un desinfectante de acción muy lenta, principalmente a la hora de acabar con esporas, mostrando su eficacia después de un día y medio de su aplicación, además de ser peligroso en su manejo por sus características tóxicas e irritantes.
  • Clorhexidina: Es uno de los agentes antimicrobianos, desinfectante frente a algunos hongos y virus, presentando la mayor eficacia frente a bacterias Gram positivas y Gram negativas, utilizada frecuentemente para la limpieza y desinfección de mobiliario y equipos en quirófanos disuelta en agua al 0,1% y 0,5%, aplicada sobre bayetas, por no presentar toxicidad al contacto con la piel, y su efecto desinfectante residual, no variando su capacidad en contacto con restos orgánicos y actuando sobre el VIH, influenza y otros virus, pero debe ser conservada fuera de la exposición luminosa para evitar su rápida descomposición. Al igual que el cloroxilenol, se encuentra en la composición de geles antibacteriales y jabón sanitario para la asepsia de las manos del personal sanitario.
  • Alcoholes: Son estupendos agentes antibacterianos muy utilizados en desinfección sanitaria, incluso en la preparación de zonas quirúrgicas, principalmente el propanol , etanol y butandiol, en concentraciones al 70 % en agua, por su rápido poder desinfectante destruyendo bacterias , hongos y virus a la vez que disuelve lípidos, pero no resulta eficaz para eliminar esporas. Estos agentes antimicrobianos presentan el inconveniente de ser altamente combustibles, y evaporarse muy rápidamente, que es uno de los motivos por el que se utilice la disolución en agua con la proporción comentada más arriba, ya que en mayor concentración se volatiliza demasiado rápidamente, y en menor concentración no resulta tan eficaz. Se trata de desinfectantes económicos y relativamente fáciles de utilizar.

Atención-personalizada

Productos de limpieza antibacterianos básicos en la desinfección de industria alimentaria

La desinfección en la industria alimentaria previene la alteración de la calidad de los alimentos y su óptimo estado para el consumo y principalmente elimina el riesgo de trasmisión de enfermedades a través de alimentos contaminados.

Los desinfectantes utilizados en la industria alimentaria tanto en superficies y utensilios en contacto con alimentos deben cumplir unas serie de condiciones, entre las que se encuentran: alto poder contra bacterias, virus y hongos patógenos, tener un efecto residual protector con posterioridad a su aplicación, no ser tóxicos por estar en contacto con alimentos, y además no afectar por corrosión a la maquinaria, herramientas y resto de equipamiento.

Entre los productos de higiene antimicrobiana más usados para desinfección en la industria alimentaria están:

  • Ácido peracético. Se trata de una sustancia muy potente frente a virus, hongos, bacterias y levaduras, con múltiples usos, entre ellos el tratamiento antibacteriano de frutas y verduras para su almacenamiento después de su recogida, prevención de brotes de legionella en desinfección de torres de refrigeración, limpieza de circuitos cerrados, entre otros.
  • Agua oxigenada o peróxido de hidrógeno. Es un agente químico antibacteriano natural, que se puede encontrar incluso en el cuerpo humano, agua de ríos, etc…, que presenta estupendas propiedades germicidas, oxidantes, actuando como tratamiento antibacteriano y frente a, hongos, y algas, con múltiples usos en industria alimentaria tales como, desinfección de superficies y circuitos cerrados, tratamientos para eliminar las algas de las aguas, o cómo pesticida ecológico.
  • Cloruro de benzalconio. Es un producto químico con propiedades detergentes y emulsionantes, con potente efecto antibacteriano que inhiben la actividad de los virus, actuando también frente a los hongos, muy usado tanto en industria alimentaria como en el sector Principales usos: van desde la desinfección de suelos, hasta uso en antisépticos y desinfectantes, o alguicidas para el tratamiento de aguas en piscinas.

productos antibacterianos para alimientos

Otros productos antibacterianos básicos de higiene personal en sectores especiales

  • Dosificadores automáticos de jabón desinfectante y gel sanitizante, imprescindibles en la asepsia y lavado de manos para evitar todo contacto con superficies o accionar mecanismos a la hora de conseguir una desinfección total.
  • Servicios para residuos biosanitarios y citotóxicos, para el depósito de restos orgánicos y basura especial que requiere de contenedores desechables en distintos formatos ajustados a la normativa europea en relación a la prevención de las infecciones.
  • Alfombras antibacterianas, con sistemas de drenaje, son muy útiles en lugares húmedos o en los que se producen grasas, por sus características antideslizantes, y diseño para minimizar la fatiga en puestos de trabajo que requieren muchas horas de pie, además de estar fabricadas con componentes que presentan propiedades antimicrobianas.

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