Lavado de manos

LA MEDIDA DE PREVENCIÓN LABORAL MÁS SENCILLA Y BARATA: LAVARSE LAS MANOS

El lavado de manos es un hábito que aprendemos desde niños y se convierte en una práctica habitual, casi mecánica, antes de cocinar, comer o después de ir al baño. Pero, ¿es suficiente? En el mundo occidental se acostumbra a estrechar las manos como saludo; a taparse la boca con las manos cuando se estornuda y además, manejamos con ellas dinero y productos, o nos agarramos en el metro o el autobús en el mismo sitio que lo hacen miles de personas cada día.

Si tenemos en cuenta que las manos nos ponen en contacto con las personas, animales y cosas que nos rodean y que por ello, son un transmisor natural de gérmenes, llegaremos  a la conclusión de que debemos poner más atención al hábito de echarse jabón, frotar, aclarar y secar. Por si aún quedan dudas, PHS Serkonten, empresa especializada en soluciones higiénicas integrales, recoge cinco razones por las que el lavado de manos debe convertirse en un hábito más frecuente también en el entorno laboral.

1. Las manos son el principal transmisor de gérmenes causantes de enfermedades

Debido a la cantidad de objetos que tocamos cada día -dinero, picaportes, interruptores, teclado del ordenador, barandillas o el volante del coche- entramos en contacto con caldos de cultivo de bacterias. Esto hace necesario que nos lavemos las manos también siempre que lleguemos a nuestro centro de trabajo y antes y después de las reuniones. De este modo, reduciremos las posibilidades de contagio.

2. Mejor trabajar en un entorno saludable y sano

Si lavas tus manos con jabón, especialmente después de visitar el baño; antes y después de tocar la comida y también después de manipular herramientas o maquinaria común, estás eligiendo crear un entorno de trabajo más saludable.

3. Es rentable

No hay una solución más rentable que traiga beneficios para la salud que lavar las manos con jabón. Es barato, muy accesible y lo más importante, mata los gérmenes.

4. Controla epidemias eficazmente

Usar jabón para lavarse las manos no sólo mata las bacterias sino que también elimina la suciedad que no se va sólo con agua, permitiendo que se vaya con el aclarado. Los aparatos para secar las manos son un método efectivo para secar nuestras manos totalmente, lo que es igualmente importante para evitar la aparición de hongos y otras afecciones de la piel. Además, en los centros de trabajo se pueden incorporar a los secadores de manos, un recubrimiento antibacteriano que reduce drásticamente el riesgo de propagación de gérmenes como e.coli y salmonella, tan habituales en verano.

5. Prevenir es mejor que curar

Tomar medidas de prevención para evitar infecciones es preferible a caer enfermo y tener que recibir tratamiento. En época de resfriados o en el verano que se pasa más tiempo fuera de casa, todos deberíamos hacer un esfuerzo para ser tan higiénicos como fuera posible.