Se consideran residuos biológicos todas aquellas materias de desecho producidas en actividades sanitarias y de investigación fisiológica de seres humanos, u otros seres vivos, así como los derivados del contacto y/o exposición contaminante con restos segregados por los anteriores.

Los residuos biológicos habitualmente presentan algún tipo de riesgo biológico tanto en su manipulación, como en su traslado y tratamiento posterior, y por ello en PH Serkonten, como empresa especializada en servicios higienico-sanitarios y gestión de residuos, te vamos a aportar toda la información que debes conocer en este sentido.

Residuos y su clasificación

De forma general los residuos son materias desechadas, que ya no tienen utilidad, pero que actualmente atendiendo al concepto de reciclaje pueden tener un nuevo uso potencial para su reutilización, una vez clasificados y tras eliminar los posibles riesgos biológicos para la salud humana, animal y medioambiental.

Dentro de las múltiples clasificaciones que hasta la fecha se han establecido en materia de gestión de residuos, existe una primera clasificación general en atención a los siguientes parámetros:

➞ Procedencia o fuente de los residuos, porque puede marcar la mayor o menor peligrosidad de estas materias, dado que no revisten el mismo riesgo teórico los residuos producidos en los hogares, que los residuos con riesgo biológico generados en las industrias, laboratorios, hospitales, centros veterinarios u otras actividades productivas.

Dentro de esta clasificación se establecen subclasificaciones por la procedencia concreta y el tipo de residuos que pueden ser orgánicos o inorgánicos, y a su vez se pueden clasificar en residuos biológicos peligrosos, o comunes.

➞ Características de biodegradabilidad, porque cada materia tiene unas determinadas características de duración una vez que se incorporan al medio ambiente, de tal manera que los residuos orgánicos y son asimilables por el medio a través de su descomposición, mientras que los elementos inorgánicos, permanecen inalterables.

Dentro de la biodegradabilidad existe una subclasificación en residuos degradables, e inertes que a su vez pueden ser peligrosos de forma inmediata como pueden ser los residuos con riesgo biológico, o a largo plazo como sucede con otro tipo de residuos que no generan infecciones, pero pueden entrar en la cadena trófica generando graves riesgos.

➞ Por último, se establece también una clasificación por el tipo de composición, a efectos de su tratamiento y posible reciclaje: sólido, líquido, gaseoso, y dentro de esta subclasificación por materiales, como pueden ser dentro de los residuos sólidos el cartón, vidrio, metal, tejidos, u otros.

Los residuos peligrosos, requieren un tratamiento prioritario y muy organizado porque directamente entrañan un importante riesgo sanitario y medioambiental.

Una vez establecidos estos conceptos básicos, vamos a centrarnos más concretamente en los residuos de naturaleza biológica, su clasificación, manejo, traslado y tratamiento.

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Clasificación de los residuos biológicos

Dentro de los residuos biológicos se puede diferenciar entre residuos comunes y residuos específicos.

Residuos comunes o no específicos

Teniendo en cuenta que se consideran residuos biológicos no solo los restos orgánicos que proceden directamente de seres vivos, sino también aquellos materiales que han sido expuestos por contacto, o absorción de sustancias generadas por estos, se puede establecer una clasificación por la procedencia de su origen y tipo:

➞ Residuos biológicos procedentes del uso de productos higiénicos de hogares, y otras actividades humanas no clasificadas con riesgo específico, como guarderías, colegios, oficinas, hoteles, restaurantes, residencias geriátricas entre otros.

En el caso de los residuos con composición biológica generados en los hogares, no existe normativa específica para su manejo, deposito, traslado y tratamiento posterior, pero en todos los sectores productivos en los que se genera una determinada cantidad de este tipo de residuos biológicos, es muy importante disponer de contenedores higiénicos específicos.

Los contenedores higiénicos ayudan a evitar infecciones en lugares públicos, facilitando a los usuarios un lugar seguro en dónde depositar restos de productos íntimos como pañales, tampones, o compresas de forma cómoda y discreta, garantizando una correcta conservación hasta su traslado y tratamiento posterior.

Residuos biológicos procedentes de actividades sanitarias y de investigación en hospitales, centros de salud, laboratorios clínicos. farmacéuticos, y clínicas veterinarias.

Este tipo de residuos biológicos que cuentan con una normativa específica, a su vez se pueden clasificar en:

Clasificación de residuos de laboratorio de tipo biológico, y sanitarios para su almacenamiento y traslado

Son residuos biológicos específicos por el tipo de riesgo que entraña la trasmisión de enfermedades infecciosas al contacto, manipulación, almacenamiento, traslado y tratamiento.

Entre este tipo de residuos biológicos se encuentran

Restos anatómicos humanos o animales reconocibles.

Restos de sangre y sus hemoderivados líquidos.

Todo tipo de vacunas vivas y atenuadas.

Recipientes con sangre, hemoderivados y otros líquidos biológicos, sin incluir materiales sólidos que hayan podido absorber este tipo de sustancias.

Residuos peligrosos con material punzante y cortante como agujas, bisturís, y otro instrumental sanitario como portaobjetos, pipetas, capilares, o tubos de ensayo.

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Residuos especiales

Son los que se encuentran tipificados específicamente en la legislación para su tratamiento tanto dentro como fuera del centro que los genera.

En la gestión de residuos sanitarios de este tipo se incluyen:

Residuos especiales biológicos de tipo citostático, o residuos con contaminación química.

Restos humanos con entidad, como abortos, cadáveres, miembros y órganos.

Residuos altamente peligrosos contaminados con sustancias radiactivas.

Almacenamiento de residuos biológicos no infecciosos

Se identifican como restos animales no contaminados con elementos patógenos u otras sustancias peligrosas utilizados en experimentación de laboratorios, que deben almacenarse con el método de tratamiento de residuos establecido en la normativa.

En este caso hay que depositarlos en bolsas destinadas a la recogida de residuos inertes suficientemente resistentes al tamaño y peso de los residuos, que deben almacenarse en espacios destinados a este propósito y a baja temperatura de tres o menos grados.

Dentro de esta categoría de residuos biológicos, se incluyen todo tipo de elementos cortantes o punzantes utilizados en contacto con tejidos, o fluidos humanos o animales no contaminados con elementos patógenos u otro tipo de contaminantes peligrosos, que deben ser almacenados hasta su recogida en contenedores de plástico etiquetados de entre 4 y 8 Kg. Por unidad.

Los residuos biológicos originados en cultivos de bacterias no patógenas inactivadas con procedimientos de esterilización, tienen que ser introducidos en bolsas de autoclave, y tratados antes de su recogida por la empresa designada para su traslado.

Almacenamiento de residuos biológicos infecciosos

Los restos de tejidos humanos o animales, y materiales contaminados con fluidos como sangre, heces, vómitos u orina, procedentes de organismos humanos o animales infectados con bacterias, y virus patógenos, tienen que ser conservados hasta su retirada por las empresas especializadas, en depósitos específicos dentro de bolsas para residuos peligrosos válidas para autoclave, y a baja temperatura que no puede superar los tres grados centígrados.

Los elementos cortantes y punzantes como lancetas, escalpelos, agujas, u hojas de bisturí utilizadas en la disección de personas y animales infectados con virus y otros patógenos, deben ser depositados en contenedores para residuos sanitarios específicos, previamente introducidos en cajas etiquetadas de residuos biológicos inertes, y conservadas en espacios destinados a este cometido a baja temperatura hasta su recogida por las empresas autorizadas.

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Traslado de residuos hospitalarios, de laboratorios y otros centros sanitarios

Los residuos biológicos deben ser retirados como máximo cada cuarenta y ocho horas, desde el lugar de origen, y para ello, se debe efectuar el traslado sin arrastrar contenedores o bolsas, y siempre utilizando las debidas medidas de protección personal en función de la clasificación de los residuos biológicos a trasportar por parte de los operarios designados.

Y ahora que ya te hemos puesto al día sobre qué son y qué tipo de residuos biológicos son los más habituales, y cómo hay que actuar en cada caso, si necesitas soluciones higiénico-sanitarias para tu empresa, contacta con nosotros y te informaremos todos los servicios que podemos ofrecerte.

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